Blancorexia, la obsesión por los dientes blancos

 

Nos encontramos ante la fiebre por hacer que los dientes pierdan su color natural para que nuestra sonrisa sea blanca y reluciente pudiendo desembocar en una patología, una obsesión: La Blancorexia. Además no confiamos nuestra sonrisa a especialistas sino que las buscamos en remedios caseros o comprando productos milagro.

 

Las sonrisas brillantes son tendencia absoluta. Desde la pantalla o revistas, los famosos ostentan dentaduras impecables y verdaderamente irreales.

 

 

¿Qué hay detrás de este fenómeno? Pros y contras de la búsqueda del blanco perfecto.

 

Avisos que prometen dientes impecables e imposibles (producto del Photoshop), famosos que muestran sonrisas brillantes, en muchos casos, antinaturales, bocas que exceden la perfección… Todo tiene influencia en el modelo estético dominante y está derivando en una nueva obsesión: El blanco perfecto.

 

Es lógico querer verse bien, pero cuando esto se convierte en una manía que pone en peligro la salud ya deviene en un problema. En los últimos tiempos, se ha notando un incremento en lo que se ha dado en llamar Blancorexia, que no es ni más ni menos que la obsesión por tener los dientes blancos. Lejos de las caries, las limpiezas y los brackets, actualmente las visitas odontológicas se inclinan de manera notable hacia la cuestión estética.

 

 

El peligroso camino al ideal.

 

Con tal de alcanzar el objetivo todo se vale: Coronas de porcelana sobre dientes sanos que hay que desgastar sin ninguna necesidad, blanqueamientos repetidos constantemente y hasta la compra de productos que se venden en Internet y que se aplican sin la intervención de un profesional.

 

La Blancorexia es un tema que merece una atención especial porque atenta contra la salud de quienes la padecen. Es una patología cada vez más frecuente ante la cual los odontólogos deben estar alerta, haciéndoles saber a sus pacientes que no todo es válido ni saludable a la hora de lucir una sonrisa radiante.

 

Es esencial, explicarle todo lo que se puede hacer para tener dientes blancos, pero sobre todo, sanos. Es natural que se disfrute teniendo una sonrisa linda, armónica y blanca, pero se debe evitar caer en los extremos o correr el riesgo de perder las piezas usando productos que no son buenos para ellos sólo con el fin de tener una dentadura blanca.

 

La Blancorexia en general, se da en pacientes que se encuentran deslumbrados por publicidades (que fueron retocadas), lo que genera que pidan más y más sesiones de blanqueamiento y en algunos casos, cuando el profesional se niega a realizarlas, las compran de manera irresponsable por Internet.

 

Cuando se abusa de los tratamientos de aclarado se llegan a producir daños en la matriz del esmalte y al interior de cada pieza en la pulpa, lo que afecta el paquete vásculo-nervioso dentro de los dientes, produciendo la muerte de los mismos.

 

La mejor forma para aclarar la dentadura es mediante las técnicas utilizadas por los odontólogos en el consultorio. También pueden blanquearse los dientes en forma ambulatoria con el uso de férulas o guardas oclusales blandas provistas por el dentista.

 

 

¿Y qué pasa en el caso de las carillas dentales?

 

Con respecto a las carillas, que hoy están muy de moda, deberíamos tener en cuenta que es un tratamiento invasivo para el diente ya que debe realizarse un desgaste mínimo (pero desgaste al fin), del esmalte dentario, ya que de no realizarlo, estaremos generando escalones en el borde de la encía que no son compatibles con la salud de la misma. Es un muy buen recurso cuando los dientes tienen defectos o pigmentaciones que son permanentes e intratables con otros métodos, como en el caso de la fluorosis.

 

 

Algunos consejos.

 

Existen unos 20 tonos de esmalte dental, ninguno de ellos es de blanco absoluto. El color depende de la raza, de la genética, de los alimentos que se ingieren y de la edad. El mal hábito del cigarrillo es una de las causas más importantes del oscurecimiento de los dientes así como algunas medicaciones.

 

También los alimentos con colorantes o bebidas tales como el café, el té y refrescos oscuros, entre otros, van manchando la superficie dentaría día a día.

 

Es frecuente notar que nuestros dientes, por alguna de estas razones, se ven amarillentos o manchados. Y es muy válido, en estos casos, hacer algo para resolver el problema. Pero es fundamental, también, hacerlo con responsabilidad.

 

Los blanqueamientos dentales realizados en el consultorio o el ambulante indicado y controlado por un profesional jamás perjudicarán al paciente. Lo que no se debe realizar son tratamientos caseros. No valen las recetas de la abuela ni las compras en la web.

 

 

¿Qué hace un blanqueamiento o aclarado dental?

 

Estos tratamientos eliminan los pigmentos de la superficie del esmalte y generan ese aclaramiento que buscamos, pero siempre hay que tener como premisa no abusar de los mismos.